Capítulo 30.
La detective Roseanne se encontraba en la entrada de la mansión Jeon. Su mirada firme y decidida contrastaba con la majestuosidad del lugar, tocó el timbre y Sara fue quien la recibió.
—¿Se encuentra el señor Jeon Hyuwon? —inquirió ella mostrando al mismo tiempo su placa—. Necesito hablar con él.
—Sí, él está adentro —contestó y la dejó pasar.
Ambas entraron y Sara cerró la puerta para después guiar a la detective hacia el despacho, en donde Hyuwon se encontraba. Antes de llegar a la puerta del despacho, la detective vio al señor Hongseok subiendo las escaleras, ambos hicieron contacto visual y ella le dio un asentamiento de cabeza para saludarlo, el cual fue respondido de igual forma.
El señor Hongseok continuó subiendo hasta desaparecer de su campo de visión, por su parte ella entró al despacho luego de que Sara la anunciara.
—Detective Park Roseanne, es un placer conocerla —dijo Hyuwon poniéndose de pie, con una sonrisa amable en sus labios y extendiendo su mano para saludarla.
La detective terminó de acercarse al escritorio y se quedó parada.
—Señor Jeon, gracias por recibirme —le estrechó la mano educadamente y luego ambos se soltaron.
—¿En qué puedo ayudarla? —preguntó.
—Necesito que me acompañe a la estación de policía —le hizo saber.
Eso tomó por sorpresa a Hyuwon pero inmediatamente volvió a relajar su rostro.
—¿Puedo saber para qué?
—Hay algunas preguntas que debo hacerle —respondió Roseanne, con tono profesional.
Hyuwon asintió sin objeción alguna.
✧✦✧
Más tarde, ya en la sala de interrogación de la estación de policía, Hyuwon se sentó con calma y se quedó observando a la detective con atención mientras ella organizaba sus notas.
—No sé si ya lo sepa pero su sobrino sufrió un atento de homicidio al recibir una fuerte dosis de anticoagulantes.
—¿En serio?, no lo sabía —mintió.
—¿Podría decirme dónde se encontraba el día dos de octubre a las siete pm? —comenzó Roseanne, atenta a cada movimiento de Hyuwon.
—Estuve en la agencia de publicidad.
—¿Tiene cómo comprobarlo? —le cuestionó.
—Hay varios empleados que pueden confirmar que estuve todo el día en la empresa —respondió con seguridad.
Roseanne asintió con la cabeza y llamó a su compañero, el oficial Jung, quién estaba afuera observando.
—Necesito que verifiques su coartada —dijo cuando su compañero entró—. Dice que ese día estuvo en la agencia de publicidad todo el día.
—Enseguida.
Hoseok salió de la sala rápidamente y, después de un tiempo que pareció interminable, regresó.
—¿Entonces?
—Detective, he hablado con varios empleados de la agencia y todos corroboran que el señor Jeon estuvo allí todo el día. Que se fue hasta muy tarde, incluso en la hora del incidente él seguía ahí —informó Hoseok.
Roseanne frunció el ceño ligeramente, pero continuó con el interrogatorio mientras el oficial Jung salía y los dejaba solos.
—Señor Jeon, ¿puede describir su relación con su sobrino? —preguntó—. Su sobrino está en el hospital desde hace cinco días y no ha ido a verlo.
Hyuwon sonrió levemente.
—Jungkook y yo hemos tenido nuestras diferencias, pero siempre lo he querido como a un hijo.
—¿Qué tipo de diferencias?
—Nuestros pensamientos son opuestos.
—¿En serio?, quizás sus diferencias tienen que ver con el control de la herencia —comentó—. Según tengo entendido había una pelea por la presidencia de la empresa entre ustedes dos.
—Creo que no lo sabe pero yo sólo estoy cumpliendo con la última voluntad de mi querido hermano con ser el albacea de la herencia hasta que mi sobrino se case —explicó.
—Pero su sobrino ya se casó y eso implicaría que él tomara posesión de lo que le corresponde, ¿no? ¿Eso no le afecta a usted de algún modo?
—¿Qué quiere decir?
La detective se alzó de hombros y negó con la cabeza.
—No lo sé, pero estar en la cima no sería desagradable para nadie y tampoco creo que lo sea para usted.
Hyuwon dejó escapar de sus labios una pequeña risa.
—Creo que ha entendido mal detective, yo no soy ese tipo de personas. Yo lo único que estoy haciendo es cumplir con lo que mi hermano quería.
—¿Entonces regresarle la presidencia a su sobrino no sería un problema?
—Por supuesto que no, lo único que quiero es que mi sobrino se recupere pronto y que el responsable sea encontrado para que pague por lo que ha hecho.
—¿Conoce a alguien que quisiera hacerle daño? —continuó Roseanne, sin dejarse llevar por las respuestas de Hyuwon.
—No que yo sepa. Jungkook siempre ha sido querido por todos —respondió.
Roseanne le hizo varias preguntas más, tratando de encontrar algún agujero en su declaración, alguna pista que pudiera incriminarlo. Sin embargo, Hyuwon se mantenía coherente y tranquilo, sin mostrar signos de nerviosismo en las respuestas que daba.
"El señor Hongseok había ido a la estación de policía, incluso antes de que ella pudiera ir a buscarlo para obtener su declaración.
—¿Quién es la Detective Roseanne?
La chica rubia quien se encontraba en el cubículo de Hoseok, observando algunos archivos de otros casos, al escuchar que preguntaban por ella se acercó al señor con porte elegante que la buscaba.
—Yo soy —le dijo al llegar a su lado—. ¿Quién es usted?
—Soy Jeon Hongseok, el abuelo de Jungkook. Necesito hablar con usted inmediatamente.
Tras ver que en sus ojos reflejaba una mezcla de preocupación y determinación. Roseanne lo llevó hasta su oficina.
—Me sorprende que haya venido hasta aquí, incluso lo iba ir a buscar para obtener su declaración —comentó ella—, pero viendo que vino por su cuenta, ¿qué es lo que desea discutir? —preguntó invitándolo a tomar asiento en una de las sillas.
Tras sentarse ambos, el abuelo contestó su pregunta.
—Sé quién está detrás del ataque a Jungkook —dijo el señor Hongseok, con voz grave.
—¡¿Qué?! —eso fue algo que no esperaba—. ¿Quién es?
—Fue mi hijo, Jeon Hyuwon.
Roseanne lo miró con sorpresa.
—¿Tiene pruebas de esto, señor Hongseok?
Él negó con la cabeza, sus hombros hundiéndose un poco.
—No tengo pruebas concretas, pero conozco a mi hijo. Lo hizo para asegurarse de que Jungkook no recupere la presidencia de la empresa y la herencia que le dejó su padre, mi otro hijo, Jeon Juwon.
—No entiendo señor.
El señor Hongseok le explicó entonces sobre la cláusula del contrato y sobre la mala relación que Jungkook y él tenían con Hyuwon.
Luego Roseanne asintió, un poco consternada pero comprendiendo lo que le había contado el señor Hongseok."
—Gracias por su cooperación, señor Jeon. Por ahora, no tenemos más preguntas. Puede irse —dijo finalmente, un poco decepcionada pero incluso desde antes sabía que no sería fácil.
Hyuwon se levantó, sonriendo levemente.
—Estoy a su disposición, detective. Quiero lo mejor para Jungkook y también que se haga justicia.
—No se preocupe, nosotros atraparemos al responsable y haremos justicia.
Hyuwon empezó a caminar hacia la puerta, la cual ya estaba abierta pero luego detuvo su andar.
—Le diré algo detective, quizás podría hacerle de ayuda. Me enteré que ese chico, con el que se casó mi sobrino, estaba involucrado con gente peligrosa desde hace mucho tiempo.
—¿A qué se refiere? —preguntó Roseanne, atrás de Hyuwon.
—Yo que usted investigaría más a fondo.
Tras dejar aquella pequeña pizca de duda retomó su andar con una sonrisa en sus labios, sabiendo que con lo que acaba de hacer alejaría completamente cualquier sospecha que hubiera sobre él.
✧✦✧
Era el turno de Seokjin para cuidar de Jungkook, pero esa tarde, el cuarto de hospital estaba más lleno de lo habitual. Cindy, Jade y Kevin habían decidido acompañarlo, trayendo consigo comida, bebidas creando así un ambiente más liviano.
Durante el transcurso de la semana ellos decidieron que ayudarían a Jimin y al señor Hongseok por lo cual ellos se turnaban cada día para poder cuidar de su amigo, sabían que Jimin tenía una hija que cuidar también y que el señor Hongseok ya estaba grande de edad como para estar sentado por tantas horas.
—Sé que es tu turno, pero queríamos pasar a ver a Jungkook —dijo Kevin, con una caja de pizza en sus manos y sonriendo ampliamente.
—Así es, ¡como una reunión de equipo! —añadió Cindy mientras se acomodaba en un lugar del amplio sofá—. Solo que sin el jefe —miró a Jungkook y los demás también lo hicieron—, para decirnos que volvamos al trabajo.
Los demás chicos se rieron levemente y Seokjin sonrió, no le parecía tan mala idea la compañía. Todos se sentaron en los sofás que estaban no tan lejos la cama de Jungkook.
Pusieron lo que habían traído en la pequeña mesa de centro y luego cada uno agarró un pedazo de pizza de la caja. Mientras comían entablaron una conversación con respecto a lo que ocurría a la empresa y el como la atmósfera en este se sentía tan pesado luego de que todos supieran que Jungkook estaba en el hospital.
Más tarde comenzaron a compartir historias y risas en un intento de hacer que el ambiente fuera un poco menos sombrío.
—¿Recuerdan la última vez que salimos todos juntos? —preguntó Kevin, dando un mordisco a una porción de pizza.
—¿Esa cena en la que terminamos en la comisaría por culpa del sub director? —inquirió Cindy y los demás se rieron confirmando su pregunta mientras Seokjin se ruborizaba un poco.
—¡Oigan, eso no fue mi culpa! —protestó Seokjin, aunque quizás si tuvo algo de culpa—. No se suponía que debíamos terminar en la cárcel esa noche, era el cumpleaños de Jungkook —dijo negando con la cabeza y volviendo a regañarse mentalmente.
—Estábamos todos un poco pasados de copas, menos Jungkook, claro. Él siempre era el más responsable de nosotros —comentó Cindy.
Esa noche todos ellos habían ido a cenar a un restaurante para festejar el cumpleaños de su jefe, pero como era un festejo decidieron tomar algunas cervezas. Ya cuando salían del lugar y caminaban hacia el auto, Seokjin se enredó con sus propios pies y cayó sobre un motociclista que iba pasando por la carretera, pero para su mala suerte no era solo un civil, era un oficial de la policía que estaba haciendo sus rondas.
—Sí, es cierto. Jamás le gustó tomar alcohol —respondió Cindy con una risita.
—¿Pero recuerdan la cara que puso el sub director cuando ese tipo en la celda intentó ir tras sus huesitos? —les preguntó Jade.
—Pensé que estaba acabado —confesó el de ojos verdes.
Kevin se unió a la conversación, con una sonrisa nostálgica —Lo mejor fue como el jefe manejó la situación.
Seokjin asintió, recordando el momento con claridad.
—Sí, ese tipo en la celda era enorme y estaba muy molesto porque dije algo que no debí... no recuerdo ni qué fue.
—¡Yo sí! —Jade alzó su mano y luego la bajó—. Creo que le dijiste que su aliento apestaba a caca de vaca y que su cara era tan desagradable y fea.
Seokjin abrió los ojos un poco, pareciendo recordarlo sin embargo no lo iba aceptar, sin duda decir eso había sido tan descortés y bajo que le daba vergüenza volver a recordarlo.
—Solo sé que él se levantó de repente y pensé que me iba a aplastar. Pero entonces Jungkook simplemente se puso entre nosotros, con esa calma suya, y le dijo al tipo que se tranquilizara
—¡Y lo logró! —dijo Cindy, admirada—. No sé cómo, pero logró que el tipo se sentara y se callara. Era como si nadie quisiera meterse con el director general cuando se ponía serio.
—Definitivamente es el tipo de persona que siempre te saca de un apuro —dijo Kevin—. Si no hubiera sido por él no habríamos salido de esa celda.
—Y probablemente estarías usando una dentadura postiza, sub —bromeó Jade, mientras todos reían por lo que había dicho.
Seokjin miró a Jungkook, seguido por los demás, cuya respiración seguía siendo profunda y constante. A pesar de las risas, había preocupación en el aire. Todos sabían lo mucho que extrañaban a su amigo, su líder, el que siempre tenía una solución para cada problema, incluso cuando todo parecía perdido.
✧✦✧
Jimin caminaba por el pasillo del hospital, dirigiéndose hacia la habitación de Jungkook. No iba con Taehyung ya que el rubio dijo que iría con Ayla al parque que estaba en frente, alegando que un hospital no era el mejor lugar para que estuviera la bebé. Así que le dijo a Jimin que entrara solo mientras llevaba a su sobrina al parque y ya cuando regresara lo esperaría afuera del hospital.
El de ojos azules, a lo lejos, vio al señor Hongseok sentado en una de las sillas de la sala de espera, con la cabeza inclinada y los hombros caídos. Decidió acercarse a él.
—Buenas tardes, señor Hongseok —saludó Jimin, con un tono cálido—. ¿Cómo está?, ¿por qué está acá afuera? —preguntó tomando asiento a su lado.
—Estoy bien, hijo. Es solo que los amigos de Jungkook están con él ahora, y pensé que sería mejor dejarlos disfrutar del momento juntos.
Jimin asintió, entendiendo perfectamente.
—Han estado aquí todos los días, turnándose para que Jungkook no esté solo —miró la puerta del cuarto con una suave sonrisa.
—Se nota lo mucho que lo quieren —comentó el abuelo y luego bajó la mirada con su leve sonrisa apagándose.
Jimin sabía que algo le ocurría pues su expresión reflejaba preocupación y cansancio.
—¿De verdad se encuentra bien?
El señor Hongseok volteó a verlo y negó con la cabeza.
—Sí, sólo que mi nieto ha pasado por tanto.
Jimin asintió, sintiendo como un nudo se formaba en su estómago.
—Lo puedo imaginar, a decir verdad he estado pensando mucho en todo lo que sufrió y puede estar sufriendo
El señor Hongseok suspiró profundamente.
—Mi nieto es fuerte, pero ha llevado una carga muy pesada desde pequeño. Ha tenido que enfrentarse a su enfermedad sin querer mostrar debilidad frente a otros.
Jimin lo miró con curiosidad.
—¿Podría contarme un poco más sobre la vida de Jungkook?, quiero entender por lo que ha pasado con respecto a su condición.
El señor Hongseok asintió, su expresión se suavizó un poco mientras recordaba.
—Siempre fue un niño valiente, pero su enfermedad hizo que su infancia fuera muy difícil. Hubo muchas veces en las que se lesionaba gravemente sin siquiera darse cuenta. Recuerdo una ocasión en particular...
"Muchos años atrás.
Jungkook estaba jugando con su abuelo en el jardín trasero de la mansión, en un momento en que el señor Hongseok se va hacia adentro, porque recibió una llamada importante de la empresa, el pequeño ojiverde se subió a un árbol con la intención de bajar su pelota de béisbol que quedó atorada en unas de las ramas, cuando accidentalmente la lanzó hacia ahí minutos breves, sin embargo antes de que la alcanzara, su pie se resbaló y cayó al suelo.
Se levantó como si nada hubiera pasado y continuó jugando él solo hasta que su abuelo regresó, pero Hongseok notó que algo no estaba bien cuando su pequeño nieto quiso lanzarle la pelota para que él la atrapara.
—Hijo, ven aquí —llamó con una mezcla de preocupación y urgencia en su voz.
Jungkook ya no lanzó la pelota y corrió hacia él, sonriendo, pero Hongseok vio que su hombro estaba en una posición extraña.
—¿Te has caído mientras me fui? —preguntó Hongseok, tratando de mantener la calma.
Jungkook negó con la cabeza, temía ser regañado. Pero su abuelo sabía perfectamente que mentía, era muy obvio.
—Hijo, recuerda que aunque no sientas dolor puedes lastimarte gravemente sin darte cuenta. Así que no me ocultes nada por favor.
El ojiverde bajó la mirada.
—Me caí del árbol —confesó—, pero no te preocupes abuelito, estoy bien —en ese momento comenzó a ponerse pálido y tambaleante.
Hongseok lo llevó rápidamente al hospital, donde le dijeron que Jungkook tenía el hombro dislocado y una fractura no muy grave en su pierna izquierda, también tenía tres costillas rotas y algunos raspones."
El señor Hongseok sacudió la cabeza, tratando de ahuyentar esos dolorosos recuerdos.
—Esa no fue la única vez. Jungkook tuvo muchos accidentes similares a lo largo de su infancia y adolescencia hasta que creció y pudo aprender a cuidarse. Cada vez que pasaba algo así me sentía impotente porque quería protegerlo, pero sabía que no podía evitar que se lastimara. ¿Cómo evitarlo?
Jimin sintió una profunda tristeza por Jungkook y una creciente culpa por no haber sabido nada de esto antes.
—Lamento no haber estado más atento. No tenía idea de lo que Jungkook estaba pasando —se sentía tan egoísta por no haber notado las señales que la condición de su amado mostraba, fueron varias y jamás se le ocurrió que era algo así de grave.
El abuelo puso una mano en el hombro a Jimin, sus ojos llenos de comprensión y dolor compartido.
—Jungkook siempre ha sido muy reservado con respecto a eso. Cuando me enteré de que iban a casarse, supuse que te había contado todo, pero veo que no fue así. Me disculpo por no habértelo dicho antes, en verdad lo siento.
Jimin negó con la cabeza.
—No tiene que disculparse —el abuelo le sonrió y asintió—. Ahora que sé por lo que él pasa, voy cuidarlo y protegerlo.
El señor Hongseok asintió, sus ojos brillaban con lágrimas contenidas.
—Significa mucho para mí saber que Jungkook tiene a alguien como tú a su lado, ha pasado por tanto, y no merece más sufrimiento.
El ojiazul miró hacia la habitación de Jungkook, reflejando en su mirada el amor que sentía hacia él.
—Haré todo lo posible para asegurarme de que él esté bien y no sufra más.
El señor Hongseok miró a Jimin con una mezcla de ternura y orgullo en sus ojos, no sé había equivocado con ese chico. Desde la primera vez que lo vio en la oficina de Jungkook supo inmediatamente que sería el indicado para su querido nieto.
—Lo sé, y te diré algo más —dijo el anciano—, Jungkook te ama demasiado.
—¿Qué? —Jimin sintió un nudo en la garganta y también como su corazón se aceleraba.
—El amor se ve en cómo habla de ti, en cómo te mira.
—¿De verdad cree eso?
—¡Por supuesto! —dijo, muy seguro de lo que había dicho—. Él te adora, no hay nada que Jungkook no haría por ti. Te ama y puedo ver que tú eres su mundo entero, incluso sí él mismo no lo ve todavía —le guiñó un ojo en señal de complicidad.
Jimin sonrió y lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, era como si el señor Hongseok supiera que él deseaba tener una pequeña esperanza de poder tener un lugar en el corazón de Jungkook.
—Sus palabras significan mucho para mí —dijo apenas con una bonita sonrisa en sus labios—, no sabe cuánto, muchas gracias por decirlo.
—No tienes que agradecerme, hijo. Solo prométeme que lo harás muy feliz, los dos merecen ser felices juntos.
Jimin asintió con firmeza.
—Lo prometo. Haré todo lo que esté en mi poder para que Jungkook sea feliz.
En ese momento, el silencio del pasillo fue roto por una carcajada proveniente de la habitación, lo que provocó que tanto Jimin como el señor Hongseok sonrieran.
—Creo que se están divirtiendo —dijo el señor Hongseok—. Ve y únete a ellos, estoy seguro de que Jungkook estaría feliz de saber que todos ustedes están ahí juntos.
—De acuerdo —Jimin se levantó y le dio al anciano un último asentimiento de agradecimiento antes de dirigirse hacia la habitación.
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